viernes, 28 de mayo de 2010

El chico del trébol


Somos campeones del Este; trabajo, pundonor y orgullo. Sobre todo esto último.
----------
El equipo de Boston se metió anoche,tras batallar contra viento y marea, nadie le daba como favorito, en la final del campeonato americano. Recuerdo que en la clase de egebé, años ha, la mayoría de los muchachos eran o bien de los Bulls de Chicago o bien de los Lakers de Los Ángeles; Jordan y Magic Johnson, Magic Johnson y Jordan. Sota, caballo, rey. Algún iluminado vibraba con los Hawks de Atlanta, no en vano contaban en sus filas con un saltimbanqui espectacular-corría, saltaba, machacaba:pensión completa- de nombre Dominique Wilkins. A los clásicos, sin embargo, nos fascinaban unos muchachos que vestían de verde botella porque representaban, entre otras muchas cosas, el básquet puro, sencillo, podado de cualquier tipo de adorno. Unos tipos blancos, feos, fondones, pelirrojos, paletos, irlandeses, cerveceros, todo lo que ustedes quieran, pero que jugaban como los maestros que fueron. Así como nuestros padres se saben de memoria la alineación completa de los reyes godos, debe, también, quedar para la historia la siguiente formación; Dennis Johnson, Danny Ainge, Larry Bird, Kevin MacHale, Robert "doble cero" Parish. Los Lakers, sus odiados y eternos enemigos. Glamour, posturismo y paripé versus orgullo, trabajo y baloncesto del de antes. Del bueno, oiga. Me alegro de que mis Celtics -única pega; no tenemos blancos, amén de Scalabrine, en la actual plantilla;en baloncesto soy racista- hayan llegado a la final. Que nos echen el que sea. Dejo para otro día el panegírico de Larry -me levanto, me quito el sombrero, canto el himno americano si hace falta- Bird. Les dejo con "El Gesto".

No hay comentarios:

Publicar un comentario