viernes, 11 de junio de 2010
De bombos y vuvuzelas
Bonachón, humilde, probo en el obrar, de hondo pensamiento, bullicioso cuando se tercia, nuestro más entrañable júligan ya está, tambor en mano, en Sudáfrica. Es, como dicen, el alma de la Roja. Se imponga tu bravo tambor al soso ulular de la trompeta africana. Que no se diga. Vamos, campéon.
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Añado que el muy cabrón publicita burrikín, con cara de chupacolas, papada castellana, gozoso, pletórico e hiperretocado por el potoshop, muy español...
ResponderEliminarMás ibérico que el coñá Soberano, el fumbolín o el toraco de Osborne. 100 % exportable. Ojalá no vuelva.
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