88.8-onda octópoda

Ya lo saben; sábados, Premier League y música moderna en su dial favorito. Continuamos, pues, con la ronda de peticiones. Hemos recibido esta semana miríadas de cartas, no hemos dado abasto a contestar todas ellas. Huelga decir -pero lo decimos- que, excepto algún exaltado seguidor de cierto equipo de la capital del sacrosanto Imperio, son ustedes unos formidables seguidores de esta su bitácora.

Maribel es un cielo: a sus cuatro añitos ya le gusta el ye-yé. Bien empezamos. Con pueril caligrafía -persevera con los cuadernos Rubio, bonita- nos relata su actuación de fin de curso en la religiosa escuela donde la educan. No tienes mal gusto Maribel al haber elegido, acaso asesorada por tu señora mamá, a Paquito Clavel, a.k.a. Little Frank Carnation, el hombre (o así) que más sabe de ye-yé del mundo. Pues tu actuación gustó, y mucho, a las monjitas mercedarias y el penúltimo puesto cosechado no debe mitigar su pasión por el pop más chochi. El año que viene más y mejor.


Los sábados tarde, Brian acude religiosamente a la posada de la esquina. En su Kentucky que le vio nacer no se andan con chiquitas. El plan vespertino es sencillo; competi de levantamiento de vidrio (modalidad lúpulo), ver sopotocientos partidos de fútbol (americano), jugar a dardos, berrear y comentar las últimas novedades del bricolaje que mola. Dicen que Brian es sencillo; y noble apostillaría yo. Y machote. Cuando en su diner favorito le ponen este su vídeo de toda la vida Brian deviene, para regocijo de la parroquia, qué sé yo, Satán.


Recuerda Onorio (Argamasilla de Alba, Ciudad Real) sus tiempos de bailes y romerías. A pesar de su provecta edad evoca con absoluta precisión el día en el que, en las fiestas de la vecina localidad de Tomelloso actuó un personaje "la mar de extraño, con una guitarra de esas modernas de negros". Nos relata con pelos y señales también cómo, en plena actuación de Bonet de San Pedro (pues llamábase así el artista) un grupo de aldeanos, al grito de "no queremos ye-yés, ni melenudos, ni invertidos" comenzaron a lanzar todo tipo de improperios (esto es, piedras del tamaño de máquinas de coser) contra el guitarrista balear. Pero Onorio quedaría prendado de Bonet, tal es así que formaría poco después la banda de beat "Las Lascas" que tan gratos momentos nos diera a la redacción de esta santa casa. Pues aquí tiene a su ídolo.


Olín (Madrid,España) es confeso seguidor de esta página. No le hace, nos dice, ascos al ye-yé pero lo suyo es el jarcor (así con "jota"). Dice también gustar del balompié; tiene muchos equipos... no tantos como su amigo Pedrolas. Un sucinto repaso a su filiación futbolera; del Aleti y de la Mafia (esto no lo hemos entendido nunca), del Bilbao (pobrecito), del Murcia y del Cartagena (sus manías), del Córdoba (por parte de familia), del Cádiz (porque todo el mundo es der Cái), de Chiribel FC (las raíces), del Arsenal (por hacer daño), del Milán esta semana (por hacer más daño), en fin... Amante de la buena mesa, su plato favorito, aun sin conocer no ya su preparado sino sus ingredientes, lo tiene clarísimo: merluza a la gallega. Tapa; huevo cocido del Lina. Shakira, Miguel Bosé y Marta Sánchez entre la música que le pone. Pero donde estén los exquisitos Violent...un fuerte abrazo, Olín.


Veronica, Tossa de Mar, es pequeña, coqueta, usa gafas. A los 13 ya había leído la obra completa de Paul Auster. "La metaliteratura me tiene embobada; una tupida red de autores y citas enérgicamente ensamblados, ésa es la clave" afirma la hoy veinteañera Vero. No oculta su pasión por el pop afrancesado que practican bandas catalanas como Le Tres bien Ensamble o Zola. Una beca del ministerio de cultura le ha llevado al frío Canadá, país desde el que nos escribe y nos sigue. Ofuscada anda en el que dice, será el más importante trabajo en lengua española del dramaturgo iroqués Constantin LaFaber. Ánimo, amiga nuestra, que usted sabe.