domingo, 25 de abril de 2010

Domenica sera

Tardes de domingo, olor a fútbol, billares de barrio y Mahou. Cortejar a las chicas, sacarlas a bailar en la boite de moda, la Jaula de Oro mi favorita, pero había más. En las pistas de choque (San Blas, Usera o Ventas), las bandas se reúnen. Trasiegan con sustancias, portan navajas. El bello peligro del extrarradio, lo llaman algunos. ¿Qué ha hecho el Rayito? Nos vamos al Brillante del valle del Kas y nos enteramos. 1 a 0 al Betis. Ha marcado Argenta. Llueve en Bilbao, nos informa un parroquiano. Gran dato, Peri, al oirlo, se tranquiliza. En el jukebox, los éxitos del momento, los ye-yés (ye-ye-nos de mierda, nos insultan nuestros más zafios detractores) nos adueñamos del local. Es entonces cuando los hermanos italianos nos animan a danzar...





Y llega el turno del maestro Silvio, que tras una descomunal cogorza, le echó lo que hay que echarle y nos dejó su obra maestra, la incomparable chica del ascensor.

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